Máscaras contra la apnea son más usadas por pacientes jóvenes
Los pacientes jóvenes con apnea del sueño moderada o severa siguen las indicaciones y usan con regularidad la máscara de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) en un promedio de 5,54 horas cada noche.
De esta manera, este grupo poblacional tuvo una mayor percepción de autoeficacia en el tratamiento con este dispositivo que las personas mayores, quienes usan menos la CPAP para evitar la incomodidad tanto suya como de su pareja.
¿Qué es la apnea del sueño?
El síndrome de apnea obstructiva del sueño es una patología respiratoria que hace que quien la padece deje de respirar por un periodo de tiempo determinado mientras duerme, algo que puede suceder varias veces alterando el sueño y el descanso nocturno.
Por eso, mientras la persona duerme, la CPAP proporciona aire a una presión lo suficientemente alta como para evitar que las vías respiratorias colapsen. El aire presurizado se proporciona a través de una máscara que se sella con la boca o la nariz, lo que permite respirar sin demasiado esfuerzo y dormir sin despertarse.
La investigadora Astrid Gómez, magíster en Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), comenta que el problema de la CPAP es que los pacientes no usan el equipo todas las noches o se quitan la mascarilla durante las horas nocturnas de descanso, porque se sienten incómodos.
A pesar de la efectividad descrita, la investigadora señala que “el uso de la CPAP se aleja mucho de ser un tratamiento ideal, dado que no está libre de efectos indeseables, como resequedad en boca o nariz, congestión nasal, fugas, claustrofobia, lesiones de piel, incomodidad torácica, sensación de ahogo, conjuntivitis, epistaxis y alteración de la relación de pareja por el ruido”.
Importante seguir las recomendaciones
“La apnea del sueño mejora casi inmediatamente siempre y cuando se sigan las instrucciones del médico, ya que se trata de una enfermedad crónica que en muchos casos requiere tratamiento de por vida”, comenta la magíster.
Agrega que entre septiembre y noviembre de 2018 se estudiaron de forma consecutiva 136 pacientes, hombres y mujeres mayores de edad que usaban CPAP y que asistieron a consulta de neumología, sueño, rehabilitación y exámenes diagnósticos.
“Se obtuvo información demográfica y clínica. Cada participante diligenció el instrumento para evaluar la autoeficacia y se obtuvo lectura de tarjeta del dispositivo para evaluar la adherencia objetiva. Los datos se analizaron por medio de un modelo de regresión logística”, explica la magíster.
El 52,2 % de la población estudiada fueron hombres y el 47,8 % mujeres. El 64 % de la muestra aseguró mantener algún tipo de relación permanente como matrimonio o unión marital de hecho.
Con respecto a la ocupación se encontró que el 61,8 % de los 136 participantes se concentran en la condición de retiro laboral, por desempleo o cesante en disfrute de su pensión, mientras que el porcentaje restante son laboralmente activos.
Sin embargo no todo es malo: en relación con los factores psicológicos y cognitivos se encontró que la motivación y la autoeficacia se han asociado con la adopción de comportamientos saludables, cambios en estilos de vida y adaptación a nuevos procesos o estilos de vida, en los que se incrementa la confianza en las propias capacidades y en la determinación de sobrepasar los obstáculos que se presenten.
U.N. – Colombia.com